Internet se ha convertido en el medio de
comunicación predilecto para muchas personas, y es que desde su explosión en
los 90s, más personas lo usan y cada vez es más frecuente encontrarse con
todo tipo de contenido y todo tipo de usuarios. Durante la historia de
internet, se han creado modas, que muchas veces inician en foros 4chan o en
las redes sociales. Algunas de estas modas han sido estúpidas, extrañas o incluso,
ridículas.
Han pasado varias modas que se han hecho
famosas y se han propagado gracias a Internet, tales como los otakus, los
hipsters o los metaleros, pero la moda de la que voy a hablar no es ninguna de
las mencionadas, sino de una que abarca desde lo ridículo hasta lo perturbador,
estos son los bronies.
La moda brony, nacida en los foros 4Chan, consiste en aficionados adultos a la serie de televisión de My Little Pony:
Friendship is Magic. Esta moda se ha hecho más grande y más famosa gracias a los
usuarios que comparten su afición por medio de páginas, foros y discusiones en las
redes sociales.
A mi criterio, considero a los bronies como una de las
modas más extrañas que han pasado por Internet, pues es la primera vez que tantos aficionados admiten ser amantes de una serie para preescolares, y si bien se ha dicho que para gustos y colores no hay
nada escrito, el hecho de que un adulto guste de una serie de televisión para
niñas de 5 años puede llegar a molestar a más de un padre.
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| Bronies en la BronyCon; Una convención de My Little Pony dirigida al público adulto. |
Tal vez pienses que no hay nada de malo en
que alguien le guste My Little Pony, y la verdad es que a pesar de ser extraño,
no tiene nada de malo. Ahora imagina que
llevas a tu hija de 5 años al cine a ver una película de My Little Pony. Tú crees que te encontrarás únicamente con
más niñas y sus padres. En
el momento en que entras a la sala te encuentras con personas mayores a
los 20 años, vistiendo playeras y accesorios de la serie. ¿Te sentirías cómodo
en esa situación?
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| Seguramente no faltará quien vista de esta manera. |
Imagina también que durante la cena, tu
único hijo confiese : “Mamá, papá, soy un
brony” No creo que la situación sea precisamente agradable.
Gonzalo. M.
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