¿Habías escuchado alguna vez que el amor es ciego? ¿Sí? Entonces te tengo noticias, el amor también es sordo. A continuación explico por qué.
Llegué unos 15 minutos antes de que iniciara el tan esperado concurso de canto de la Universidad de Celaya pensando en que era el más desafortunado del lugar por el hecho de tener que regresar tarde a casa por quedarme escribiendo acerca del evento.
Instantes después recapacité y vi que no era tan desafortunado, de hecho, yo era relativamente afortunado, pues había algunos alumnos disfrazados de mimos repartiendo dulces. ¿Te podrías ver en un espejo después de haber hecho tal cosa? Al menos yo no. Aunque parezca una broma, ni siquiera los mimos tenían la peor suerte, esa se la habían ganado las parejas de los participantes del concurso, sólo que en ese momento no lo sabían.
Después de que los mimos acabaran de regalar sus dulces y de que el lugar quedara más que atascado de estudiantes, se levantó una chica de voz irritante y chillona que después de predicar un par de frases famosas, presentó a los participantes y dio por iniciado el concurso.
Es en este momento en que se paran dos chicas en el escenario improvisado y empiezan a desentonar una canción que en mi opinión ya era bastante mala como para poder empeorarla más. Para mi sorpresa, ese desastroso dúo hizo posible tal hazaña, y en verdad que lo lograron.
Después de no más de dos interpretaciones decentes de canciones dignas de La Academia u otro programa de calidad similar y de ver a un Andrea Bocelli bastante peculiar noté que el jurado carecía de objetividad, pues habían mostrado calificaciones perfectas a casi todos los participantes. No menos de 3 concursantes fueron calificados con un promedio de 10, mientras que los otros no bajaban de 9, siendo así el jurado más decepcionante y disfuncional que he visto en mucho tiempo.
¿Te gustaría que tu pareja interpretase una canción de una manera tan peculiar para ti? Es como si una marca de calidad dudosa llevase tu nombre.
Pero dejando fuera todo lo malo ¿y por qué no?, sacar mi lado positivo a todo este asunto, puedo decir que los puestos de dorilocos, cupcakes, aguas frescas, tacos, entre otras cosas, no estuvieron tan mal y claro que también debo agregar que a pesar de ser una forma un tanto peculiar de celebrar el día de los enamorados con “Cántale a amor”, se puede decir que al menos te diviertes un poco con tus amigos.
Mejor suerte para la próxima.
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